¿Conoces la diferencia entre el jamón ibérico y el serrano? Con frecuencia, estas palabras se utilizan como sinónimos, pero lo cierto es que corresponden a dos tipos de producto muy diferentes. Acompáñanos a lo largo de este artículo para descubrir todas las diferencias y similitudes que encierran. Saber distinguirlos te ayudará a realizar mejor tus compras y convertirte en un comprador experto ¡No te lo pierdas!
Diferencia entre jamón ibérico y serrano
Como te hemos adelantado, el jamón ibérico y el serrano no son lo mismo. No podemos obviar que ambos se obtienen de las patas traseras del cerdo y que cuentan con un proceso de curación similar. Sin embargo, su origen y, por tanto, su aspecto, características y sabor son muy diferentes. A continuación, te explicamos en detalle todo lo que debes saber al respecto.
Diversa procedencia
La gran diferencia, y lo que va a determinar el producto final que obtendremos, es la procedencia. En el caso del jamón serrano, lo producen las razas de cerdos blancos que se pueden encontrar en cualquier parte del mundo. Es el caso del Large White, del Duroc o del Pietrain, entre otros. Su alimentación suele estar basada en pienso y cereales para garantizar que el producto final tenga un mejor sabor. Este tipo de embutido se puede producir sin problema en cualquier punto del globo. Así, países como Portugal (presunto), Francia (jambon) o Italia (prosciutto) atesoran su propia versión.
El nombre de jamón ibérico ya nos da una pista de su procedencia y es que se trata de la especie autóctona de nuestra península. Se suele criar en libertad o en régimen semiextensivo en las dehesas. Se alimentan principalmente de bellotas durante la época de montanera. Por tanto, no se puede obtener este producto en ningún otro lugar del mundo: el jamón ibérico es exclusivo de España.
La raza ibérica presenta diversos rasgos que la hacen diferente del resto de cerdos. Entre ellos, la principal ventaja es que es capaz de infiltrar grasa en el músculo. Como puedes imaginar, la jugosidad y el sabor de la carne se multiplican debido a esta característica. Gracias a esto, el jamón ibérico es un producto único muy valorado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
En el caso de nuestro jamón 100% Ibérico, este viene de nuestra raza mejorada, una estirpe que llamamos “raza Carrasco”, que se cría en libertad en las dehesas extremeñas.
Características físicas
Sigamos ahora con las características físicas: al proceder el jamón de diversas razas de cerdo, existen ciertas características que se pueden percibir a simple vista. Una de ellas es el color:
En el exterior, se aprecia cómo el serrano posee un tono mucho más claro que el ibérico.
La pezuña es blanca en el jamón serrano, mientras que en el ibérico luce un color negro distintivo.
En cuanto a la carne, esta adquiere un tono más rojizo en el jamón ibérico y más rosado en el caso del serrano.
La pezuña blanca es una forma muy rápida de identificar el jamón serrano.
Un jamón ibérico puede distinguirse fácilmente por el tono oscuro en general, sobre todo por la pezuña de color negro.
Otro factor que te ayudará a distinguirlos es la zona del jarrete. Los cerdos blancos tienen un jarrete más amplio que el de la raza ibérica, que es más estrecho y estilizado.
Proceso de curación
Las técnicas y el proceso que se emplean en la curación del jamón son similares tanto en el ibérico como en el serrano. En ambos casos se usa la sal para su conservación. Sin embargo, lo que difiere uno de otro es el tiempo que debe transcurrir para obtener el producto final.
¿Recuerdas lo que te hemos dicho sobre la grasa en los cerdos ibéricos? Esta particularidad influye mucho en el tiempo de curación, haciendo que sea un proceso más lento. Tanto es así que el periodo puede comprender entre los 24 y los 36 meses, aproximadamente el doble de tiempo que precisa el jamón serrano. En el caso de nuestro jamón, en Carrasco el Jamón de Bellota 100% Ibérico tiene entre 34 y 48 meses de curación.
Sabor diferenciado
Terminamos con el sabor, la característica que seguro más te interesa. No cabe duda de que ambas opciones tienen un gran sabor, pero cada una a su manera. Todos los factores que hemos estado viendo hasta ahora (raza, tipo de alimentación, tiempo de curado, etc.) contribuyen a obtener dos productos bien diferenciados.
En primer lugar, el jamón serrano resulta más suave y ligero en comparación con el jamón ibérico. La ausencia de grasa en el músculo favorece que el sabor sea más equilibrado y menos persistente en el paladar.
El ibérico, por su parte, se distingue por ser una carne de sabor intenso con gran jugosidad y muchos matices y aromas. No es de extrañar que se considere toda una delicatessen y uno de los productos gastronómicos más apreciados de nuestro país tanto en hogares como en restaurantes.
Plato de Jamón de Bellota 100% Ibérico, con un tono rojo cereza
Es, a su vez, un embutido muy versátil, que puedes disfrutar de diversas formas, ya sea cortado en lonchas finas para degustarlo directamente, como parte de una tabla de embutidos o como ingrediente principal en platos y recetas gourmet.
Ahora que ya conoces la diferencia entre el jamón ibérico y el serrano, estamos seguros de que tus compras y elecciones serán m. Recuerda que en Carrasco estamos comprometidos con el jamón de bellota 100% ibérico, ¿te animas a probarlo? ¡Accede a nuestra tienda online!
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